En un lago de lodo vivía una familia de sapos y ranas. Entre
las ranas había una ranita muy fina, muy linda, que quería ser princesa. Ella leía
muchos cuentos en la biblioteca de lodo. Entre los cuentos leyó que un príncipe
besó los labios de una ranita y la rana se convirtió en princesa, que vivía en
un castillo, con grandes vestidos y joyas, con grandes lujos y las mejores
comidas.
Siempre estaba
rodeada de príncipes que querían casarse con ella. La princesa tenía que
escoger el príncipe para su sueño. Entre los príncipes que allí había, estaba
uno que se hizo muy amigo de la princesa; eran tan amigos que el príncipe
confundió toda la amistad entre él y la princesa. Quiso besarla
sorpresivamente, pero a la princesa no le gustó la acción del príncipe y este
se convirtió en sapo. Todos quedaron sorprendidos.
El sapo salió
del palacio en busca de un lago de lodo. Caminó tanto hasta encontrar un lago
de lodo más grande, que existía en la montaña más alta. Allí está él, leyéndoles
historia a los sapos y las ranas, que tengan mucho cuidado, si se quieren
convertir en príncipes y princesas, porque si no, quedarán
contando historias.
Autor: Henry Guerra
Cuenta cuentos y Director del Grupo de Teatro Manifiesto