Formulario de contacto

 

Jesús



     Jesús vivía muy lejos, detrás de las montañas, y la escuela quedaba en el llano.Él se iba todos los días caminando para la escuela, y de tanto caminar se le desgastaron los zapatos y dejó de ir a la escuela. Un día, paseando por las montañas y riachuelos, se tropezó con un anciano que estaba sentado al pie de un inmenso árbol.

     - Buenos días - le dijo el niño.

     - Buenos días - le contesto el gran señor - ¿Qué haces tan lejos de tu casa? Los niños no deben alejarse mucho de sus padres.

     - Señor, lo que pasa es que se me rompieron los zapatos y no puedo ir a la escuela, y yo quiero aprender, quiero ser un gran señor.

     Mañana por la mañana, vas a ir a la escuela. Cierra los ojos e imagínate unos zapatos nuevos, de suela verde como los árboles, trenzas azules como el cielo, y un cuero negro como la noche.

     Al otro día, Jesús se dirige hacia la escuela con los ojos cerrados. Cuando pasó por las calles del pueblo, los señores y señoras le decían buenos días, Jesús, qué bonitos tus zapatos de colores. Jesús les dijo: gracias, con una sonrisa de montaña pura. Cuando Jesúsllegó a la escuela, todos se rieron de él. Entonces, Jesús abrió los ojos y sus zapatos estaban intactos. Cerró de nuevo los ojos y se imaginó a todos descalzos. Sonrió, entró al salón de clases y dijo en voz alta:

     - ¡Soñar no cuesta nada!
    
     Desde ese momento, Jesús iba a su escuela todos los días con un par de zapatos nuevos.

Autor: Henry Guerra

Comenta en facebook