Hace
mucho tiempo en un juego de sueños Sofía entró en su salón de clases sobre un
caballo y galopó por todos lados. El caballo habló del cuidado que se debe dar
a los animales; y ella de los valores, el amor, el respeto y el cariño. La
maestra Ligia estaba sorprendida porque los treintinueve alumnos prestaron
tanta atención que estaban calladitos, con los ojos muy abiertos y los oídos
bien parados. Y al finalizar aplaudieron la transformación de Sofía sobre su
caballo. En ese preciso instante sonó el timbre de salida. Cuando todos los
niños se despedían, no paraban de hablar de la hermosa clase de Sofía.
Al día
siguiente, Sofía llegó montada en una Jirafa, y la siguieron todos los niños
girando alrededor del salón. Dieron tantas vueltas que se sintieron mareados.
Incluso la maestra Ligia estaba tan mareada que decía “¿Estamos en África o en la America Central ?”. Su amiguitos
se reían del mareo de la maestra. Todos conocieron los cinco continentes de una
manera diferente e interesante. Como era de esperarse, Sofía daba clases en su
escuela. Todos pasaron al segundo grado con excelentes notas. Y les
confesaremos algo, entre Sofía y yo: la maestra Ligia no dio clases en todo el
año.
Autor: Henry Guerra